ALQUIMIA
CON DEDICATORIA A UN PEQUEÑO
DUENDECILLO OREJÓN QUE HABITA
IRLANDA.
Pequeño duendecillo de grandes orejas,
alquimista de obreros y campesinos,
transformaste miseria en riqueza,
¿qué acaso eras dios en la tierra?
De su boca la voz y la luz,
su palabra era aliento de vida,
sólo el tiempo borró tus promesas.
Detrás del muñeco se escondían;
el limbo, el pecado y la miseria.
El limbo en el norte,
que guarda con armas el mundo.
En el centro el pecado,
la abundancia patea la miseria,
¡Oh! miserable sur,
pequeño botÍn de guerra.
Tragicómico actor de la comedia mundial,
guarismos maquillados adornan tu informe,
lloras y callas cuando el “tio habla”,
la ilusión escribe la historia.
Falso profeta monetario,
la “in-moralidad” besa tus labios,
tu garganta,
tus manos.
Quisiste callar la verdad de la izquierda,
matando y criticando a la militancia luchadora,
y ahora el vilipendiado eres tú.
¡Oh mecenas tercermundistas”¿cuándo despertarán?
